lunes, 5 de octubre de 2009

De Robert Arismendi


Franquicias en Matemáticas


A la memoria del Prof. Idris Fernández, y de todos los profes macanudos.


Los que cursaron Quinto Humanístico y después Derecho saben bien de lo que hablo, por que en muchos casos vamos a dar allí huyendo despavoridos de la matemáticas.

Pero Quinto año te cobra peaje, hay Matemáticas Teórico y Práctico, que es exonerable, pero si llegás a caer en el abismo del examen es salado aprobar, por que aparte cuesta sumergirse en ese mar de fórmulas, ecuaciones de primer y segundo grado, lógica y otras cosas que a Dios Gracias ya pasé.

Pero lo pasé por que el diablo puso en el Tribunal a el viejo Idris, y completaban el honorable otras profesoras a las que llamaremos la Srta. Catetos y la Sra. Hipotenusa.

Fue en Julio del 95, en los salones nuevos, allá atrás de la cantina y con un frío atroz.

La historia que quiero contarles había comenzado el día antes, en el Práctico. Se venían las tres horas y los sabiondos ya habían entregado, pero yo estaba trancado en un ejercicio, y si no lo terminaba seguramente era boleta. Faltando media hora el Idris se levantó y entró a recorrer bancos: “a ver m’hjita, ¿en que te trancaste?... pero acá te equivocaste en la fórmula… ¿te das cuenta? Bueno, corregí y seguí. Y siguió banco a banco hasta llegar al mío. Se acercó y me dijo "haber ¿que te pasa a vos? ¿Por qué no terminaste ese ejercicio? ¿Cómo que no sabés? A ver: mirá lo que pusiste acá" y me tiró unas pistas, me guió (me hizo parte del ejercicio) "¿sabés como sigue ahora?", claro, ahí se me destrabó la neurona y lo terminé. Cuando estaba recogiendo los escritos nos dijo: "bueno muchachos, nos vemos mañana en el teórico".

Yo había ido a clases particulares pero el Teórico estaba salado igual. Hacía mas frío que el día anterior. Pusieron el examen y nos quedamos mirando, estaba a tres horas de terminar la Secundaria y me sentía en la silla eléctrica.

Me tomé unos mates mientras leía detenidamente los ejercicios. Los profesores conversaban del tiempo.

Fue en ese momento que la Sra Hipotenusa se quejó del frio que tenía en los pies, y los otros integrantes del Tribunal le dijeron -¡pero muchacha, que vas a estar pasando frío! andá a tu casa a abrigarte.-

-Hay, ¿les parece?.- y el Idris le dijo, pero claro muchacha, andá tranquila, que problema va a haber.-

Pisó del lado de afuera y la Srta. Catetos dijo: "bueno muchachos, nosotros vamos al solcito a tomar unos mates, pero las cosas bien claras, si cuando venga la Profesora Hipotenusa llega a haber uno copiando: pierde el examen". Nadie pidió explicaciones aunque cuando quedamos solos no faltó la voz inocente e ingenua de alguien medio lelo que preguntó "chiquilines: ¿Uds. Que entendieron que quiso decir?" y no falto otro que le contestó "agarrá el cuaderno pedazo de idiota pero que Hipotenusa no te vea". No conforme (mientras el ruido de las hojas de los cuadernos dejaban sonar su música) volvió a preguntar "¿les parece chiquilines?" y ahí salté yo que era el mas grande (terminé el liceo a los 29) "Nena: ¿vos querés que te peguemos? Dale, no pierdas mas tiempo”.-

A las dos horas íbamos todos por el corredor, abrazos, besos y felicitaciones mutuas: ninguno perdió.

9 comentarios:

  1. Me encantó!!! Que anécdota x dios!

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    1. me encanto!!! que anecdota x dios

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    2. a mi tambien me gusto mucho!! esta muy bueno :)

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  2. mui lindo me faciono saber y comprender todo eso para mi que soy un niño y nunca leo esto me faciono lo boy a ler todos las noches muy lindo.

    felicitaciones

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    1. anonimo cuide las faltas

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    2. LA VERDAD QUE MUY LINDA ANECDOTA, Y UDS. ANONIMO TIENE RAZON CUIDE LAS FALTAS, SALUDOS NATY

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    3. La verdad que muy linda anecdota, uds naty tiene razon hay que cuidar las faltas de ortografia!!!!

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    4. saludos para lorenzo jajaj

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  3. esta muy lindo!! muy bueno me gusto mucho!!! :)

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