miércoles, 2 de octubre de 2019

Proyectando el desarrollo local


Urrutia gestiona la llegada de labradores italianos en 1870


                                              

Intento de captación de inmigrantes para T. y Tres genera primera narración histórica local






                                                             Una detallada reseña de Treinta y Tres imposible de publicar en su totalidad por su extensión, fue escrita en el año 1870 por Lucas Urrutia, destinada a la Oficina de Inmigración de nuestro país, recientemente creada, con el fin de promocionar la llegada de algunos de los inmigrantes europeos que por la época caían en aluvión en nuestro país, y que en su mayoría, por desconocimiento o falta de recursos, quedaban en la capital del país y sus alrededores.
                                                              En su parte medular, la misiva y sus anexos publicados en un libro de la mencionada oficina de la época, que constituyen casi sin lugar a dudas la primera historia escrita de nuestra ciudad, dicen lo siguiente:

                                        "Situada la población sobre la cúspide de una cuchilla que dista  de 10 a 12 cuadras de la confluencia del Yerbal en el Olimar, departamento de Cerro Largo, circundada de lagunas de agua cristalina permanente y de condiciones higiénicas inmejorables; a diez leguas de un puerto de embarque y desembarque en el Cebollatí, afluente de la Laguna Merín, navegable al Imperio de Brasil; puede formarse ya una idea de nuestra pintoresca y comercial situación topográfica.
                                              Bajo un clima esencialmente templado y benéfico, y con tierras que nada dejan que desear al labrador más exigente; con leña abundante que se dá gratuitamente para combustible y aún para construcción de casas inmediato a la población, cuyas comodidades no se encuentran en otros departamentos ni están al alcance de las clases menesterosas, hace que este pueblo ofrezca grandes recursos para la primera instalación de las familias que vengan, máxime cuando solo dista de la capital dos días escasos de viaje en diligencia.
                                          

                                                   No exagero. La prueba más acabada de la veracidad de mis asertos, es que la primera casa que se construyó aquí fue el año 1857, y con doce años solamente de existencia tiene una población de 1.500 habitantes, la mayoría españoles, que residen en casas de azotea y de material con teja; ascienden estos edificios en los solares que se componen de 25 varas de frente por 50 de fondo, al considerable número de 92, sentado por principio que solamente tiene este pueblo doce años de existencia y el país ha pasado por las crisis que todos conocemos.
                                          Este pueblo ha sido fundado por una Sociedad Anónima, y por consiguiente era propiedad particular su territorio que hoy ha pasado a poder de particulares, con excepción de algunos solares que aún hay en venta. La legua cuadrada que le asignó la ley de marzo de 1853, está dividida en solares y chacras por el agrimensor D. Máximo Amorín y Brun, amojonado el terreno y bajo un plano, el más explícito que dar se puede. Tiene 121 manzanas de una cuadra cuadrada, divididas por calles rectas de 20 varas de ancho. Cada calle tiene el nombre de uno de los 33 orientales que nos libertaron de la explotación extranjera (…) Los solares de 25 varas de frente por 50 de fondo valen 12 ½ $, con la escritura por cuenta del comprador; las chacras están todas vendidas por la Sociedad Fundadora, pero hay una persona aquí que es propietaria de cincuenta, que las tiene para proporcionarlas a gente laboriosa, y que las ofrece por ahora  bajo las mismas condiciones  que en Cerro Largo y otros departamentos, esto es, cada chacra de 20 cuadras amojonada por 30$, á condición que se establezcan y trabajen inmediatamente".

La producción

                                                     A las familias labradoras que no tengan recursos para establecerse, se les proporciona habitación, alimento y útiles para labranza durante el primer año, a condición que reembolsen estos gastos de sus propias cosechas, proporcionalmente a sus productos. La escasez de brazos puede juzgarse cual es aquí, cuando todavía pagamos una libra de papas 1 real o 12 céntimos, el maíz de 5 á 6, y en relación todo lo demás y no siempre se consigue comprar. La fertilidad de las tierras está debidamente demostrada con solo decirle que el año pasado, un sembrador de trigo recogió a razón de diez y ocho por una, y el presente cree que pase de 20.
                                                     Se tocan grandes dificultades para moler el trigo o maíz, por no haber sino una athona, lo que dará motivo a que algunos trigos haya que conducirlos a la villa de Melo, capital del Departamento, donde hay buenos molinos. El consumo de harinas de toda la jurisdicción está computado por el comercio de ésta en 25.000 $ anuales. Esto, agregado a la proximidad de los consumidores de Brasil, hace que los cereales tengan aquí un precio bien sostenido, y demanda para la exportación. Hoy mismo se ha presentado comprador de maíz para conducirlo a Brasil con grande empeño, pero probablemente no encontrará porque la producción, por ahora, no llena ni las necesidades locales, y tan es así que cuantas carradas llegan de las inmediaciones de la capital, se disputan la compra entre comercio y vecinos.


                                                       No solamente para la labranza se siente la escasez de brazos. En los establecimientos de ganadería, para los servicios de a pié, en los hornos de teja y ladrillo, peones de mano, etc., adolecemos de igual falta. Un sastre, un barbero, un platero y otros diversos artesanos, estoy seguro que no se arrepentirían su se estableciesen aquí.



Administración y Servicios

                                                           El templo, de 40 varas de largo por 9 ½ de ancho, con dos capillas laterales de 12 varas de largo cada una y dos sacristías, ha de quedar pronto para el servicio eclesiástico antes de mediados de este año, y será por su elegancia, dimensión y costo, el más valioso de todo el departamento. El cementerio, por la regularidad de su arquitectura y dimensión, nada deja que desear, aunque fuera para las necesidades de una ciudad. En el mismo caso están la Oficina de Policía con su correspondiente cárcel, las escuelas para ambos sexos y las habitaciones para las autoridades locales, que todas pertenecen al Municipio.
                                                         Una sólida balsa para transporte de ganados, toda clase de rodados y personas, hace el servicio del Paso del Olimar, y otra de menor costo el del Paso del Yerbal.




                                                          El servicio de correos y diligencias corresponde a Mensajerías Orientales, formando parte de la línea denominada “de Artigas por Treinta y Tres”, y que en su trayectoria tiene parada o posta en los siguientes puntos: arranca en Toledo, pasando por Piedritas, Sauce, arroyo Pando, Piedra Sola, Pedernal, Puntas de Bejiga, paso de Rondán en Santa Lucía, Soldado, Puntas de Casupá, Espuelita, Polanco, Arroyo Malo, Cebollatí, Piranga, Gutiérrez, Corrales, Treinta y Tres pueblo, Ceibos, Porongos, Bauzá, Arroyo del loro, Corrales, Parado, Rincón de Ramírez, Tacuarí, Cañada de Santos, Cañada Grande, Artigas pueblo.
                                                              Una calera, a una legua de la población, abastece de cal bastante buena a todas las necesidades de aquí; la piedra se conduce de tres leguas de distancia. A distancia de tres á cuatro leguas, tenemos una piedra que la naturaleza misma ha preparado para el servicio de pisos de almacenes, patios y veredas, cortándose fácilmente del tamaño que se quiera, hasta cuatro varas.
                                                              A las escuelas de ambos sexos asisten diariamente, por término medio, 110 alumnos, aunque en matrícula hay 157. Es sensible que los preceptores, (Pedro A. López y Diamela E. García) no sean pagados con más puntualidad.
                                                                  En el año de 1869, se registraron en las actas parroquiales, 45 matrimonios, 40 fallecimientos y 449 bautismos.
                                                                       La Villa está erigida en Curato y en Alcaldía Ordinaria; tiene su Administración de Sellos y Patentes.

El Comercio

                                                              Con respecto al comercio existente en la villa, un anexo resume que existen en total 43 establecimientos, contando almacenes, tiendas y pulperías, carpinterías, herrerías, caleras, fondas, billares, atahona, confitería, curtiembre, hornos de ladrillo y platería, y detalla:

1          Almacén por mayor: Juan H. Pasos
1          Idem por menor: Palacios
12        Tiendas y pulperías por menor: Sebastián Arismendis, Claudio Palacios, Anselmo Basaldúa,Francisco Hoz, Dionisio Vaco, José Antonio Oliveres, Joaquín Lapido, Angel Quintela, Juan Hontou, Prudencio Salvarrey, Hoz y Pérez, Manuel Ramos
9          Pulperías en la campaña en la sección de Treinta y Tres: Florencio Helguera (situada en el Oro), Juan M. Sarrar, Heraclio Fernández , Feliciano Paez y cia. , Julián Llano (todos en Yerbal); Romualdo Rounos (debe ser Ramos), Gerónimo Falcón y José Alcarraz (los tres en Corrales) y José Arrizabalaga en Avestruz (total 9)
4          Carpinterías: Zabalegui y Martirena, Hermenegildo Goyoaga, Francisco Arroyo, Martín Palacios
3          Herrerías: Manuel Arbenois, Pelegrín Oliveres, Dionisio Arano
2          Caleras: José Rodríguez y N.N. situadas en los Yerbales
2          Fondas: Joaquín Zabalegui, Ignacio López
2          Billares: Fernandez y cia., Abelardo Olivera y cia.
1          Atahona: Luis Rivas
1          Confitería: José Sarrote
4          Hornos de ladrillo: José B. Martirena, Gregorio Machaín, Francisco Mespolet, José Artola
1          Platería: José Monegal


La propuesta

                                                                   En la misma publicación mencionada, se da a conocer una propuesta de Urrutia dirigida a un agente de inmigración que procuraba la instalación de una colonia agrícola italiana en nuestro medio, Juan Galerio.
                                                                    En la propuesta, Urrutia se compromete a “dar por espacio de cinco años sin retribución pecuniaria de ninguna especie, mil cuadras de campo a una legua de distancia a lo más del centro de esta Villa, dividido en chacras de 20 cuadras cada una, con las correspondientes cuadras de 20 varas de ancho. Además me obligo también a proporcionarle la carne necesaria para toda la gente que se ocupe en cultivar dicho campo por espacio de un año, cuyo monto deberá abonarme con el producto de las primeras cosechas que se recojan.


                                                                  Es obligación de la gente que Ud. ocupe tener cuidado de las arboledas que ellos planten y alguno que yo haga plantar. Terminados los cinco años, el terreno retrovertirá a mi poder con todas las mejoras que en él se hayan hecho, obligándome a preferir al que lo esté poseyendo en igualdad de casos, ya de venta o de locación.
                                                             Urrutia también ofrece en préstamo los bueyes y vacas lecheras que se precise para los trabajos, y explica que “me reservo el derecho de fiscalizar los trabajos que se hagan y el cuidado que se observa en los plantíos de árboles y en caso de no cuidarlos debidamente a recabar la posesión del terreno con todas las mejoras que tenga, o indemnizarme del perjuicio que se me reporte”.
                                                              Galerio, según la publicación de inmigración, hace contratos con familias inmigrantes bajo la base de costearles los gastos de instalación (transporte, construcción de vivienda, útiles de labranzas, semillas, etc.), costos reembolsables con las primeras cosechas, siendo luego el remanente dividido en dos partes iguales, una para la familia labradora y otra para el Sr. Galerio, por hasta el plazo de 5 años.
                                                           Tema para una nueva entrega será investigar si la oferta se concretó, y si fue ese quizá el motivo de la radicación en nuestro medio de una vasta colonia italiana, cuyos descendientes transitan aún hoy nuestras calles, como los Decrecencio, Dalessandro, Defeminis, Gambardella, Malzone, Ferrari, Lorenzo, Castiglioni, Lagreca, Pisani, Bulgarelli e inclusive los propios Perinetti, etc.