domingo, 18 de marzo de 2018

Lucas Urrutia

Influyente odiado o adorado...

y le sacaron la calle nomás...



                                 Que el escribano Lucas Urrutia fue un hombre de una personalidad fuerte y que al cabo de su vida cosechó tanto amigos incondicionales como enemigos irreconciliables, no es novedad para nadie que se haya asomado a la historia treintaitresina.
                                 Son múltiples los episodios de los cuales es protagonista principal el mencionado Urruria, ya como indudable actor y motor del progreso y crecimiento treitaitresino de sus primeros 45 años de vida, así como arte y parte en negocios y comercios, y –no podía ser de otra manera- en lo que tiene que ver con una nutrida actividad política y de gobierno.
                                   En lo que tiene que ver con su actividad gubernativa a nivel local, ya en la época que se dependía administrativamente del departamento de Cerro Largo, redacta el recordado “Informe a la JEA de Cerro Largo”, donde hace un somero racconto de las actividades realizadas por la administración municipal a su cargo, cargo que ostenta en varios períodos, siendo el último de ellos a partir de 1894, en que preside la Junta Económico Administrativa (JEA) del novel departamento de Treinta y Tres.
                                     Rebuscando en cajas de papeles en el Archivo General de la Nación, hace unos días, me llamó la atención un pequeño expediente fechado en  junio de 1893, mediante el cual el entonces presidente de la Junta Económica Administrativa, solicita permiso del gobierno central para sustituir el nombre de una calle denominada Lucas Urrutia, por el aún no usado de “General Rivera” o “General Flores”.
                                     A continuación, sin agregar ni quitar una sola coma, transcribo el planteamiento por considerar que habla por si mismo.




Treinta y Tres, 12 de junio de 1892

Exmo. Señor Ministro de Gobierno
D. Francisco Bauzá

                                                         La H. Corporación municipal que tengo el honor de presidir, ha facultado al infrascripto para recabar del Ministerio de V.E. la superior autorización tendiente a variar el nombre indebidamente colocado a una calle extra perimetral.
                                                        Dicha calle, por una anomalía propia del señorío local y personal que viene desde hace tiempo soportando este departamento, con mengua de todos sus inalienables derechos lleva el nombre de “Lucas Urrutia”, que forma una nota del todo discordante en la escala de los próceres de nuestra independencia cuyas calles perennizan sus augustos nombres.
                                                       Siendo las vías públicas una propiedad absolutamente nacional cuya nomenclatura debe sujetarse a las disposiciones legales que en ningún caso pueden amparar el hecho de eternizar nombres oscuros para que la memoria venerada de nuestros abuelos se confunda en las mistificaciones vergonzosas de nuestros errores; siendo por otro lado que el señor Urrutia no está rodeado de esos merecimientos patrióticos que solo por actos meritorios y sacrificios se conquista la  luciente auréola de ciudadanos beneméritos de la Patria, es deber imprescindible de  esta Junta, relegar el nombre del Sr. Urrutia al fallo de la posteridad, quitarlo del medio de nuestros amados patricios, y sustituirlo brevemente por el del General Fructuoso Rivera o D. Venancio  Flores.

                                                        En este sentido me dirijo a V.E. solicitando la expresada facultad que en honor a nustras más gloriosas tradiciones abrigo la firme confianza que el Superior Gobierno deferirá a tan justo pedido.
                                                      Con tal motivo mes es grato saludar a V.E. atte a quien Dios gde. ms. as.

Gab
riel Trelles Presidente 
  Bernardo Machado Secretario