La inseguridad en el Treinta y Tres del 900
Cuando estaba terminando el siglo XIX, el
Treinta y Tres aldeano que apenas contaba con pocos años y encaraba sus
primeros pasos como capital de un departamento recientemente creado, había
vivido un período de inseguridad y salvajismo cruel, con una campaña plagada de
matreros y malvivientes y una policía de la época, que al igual que en todo el
país, cuidaba mucho más las influencias caudillescas, partidarias y estancieras
que el bienestar y seguridad de toda la población.
Esto fue cambiando paulatinamente, con la
captura de los requeridos y su correspondiente encarcelamiento, con la
instrucción pública y los cambios políticos generados fundamentalmente a partir
de las casi constantes revoluciones de la época, pero además también con mucha
más profesionalización de los cuerpos policiales y sus mandos.
Culminado el año de 1895, la Jefatura
Política y de Policía de Treinta y Tres, eleva al Ministerio de Gobierno Miguel
Herrera y Obes, un informe de la actuación policial del último semestre, donde
detalla no solo la actualidad carcelaria del momento, sino también en sus
propias palabras están “brevemente detallados los delitos y hechos de sangre
ocurridos en el departamento”, al tiempo que asegura que “los buenos resultados
obtenidos se deben a la severidad y celo de la reorganización policial y
seccional”, y a la “mejora sensible en las comunicaciones” consecuencia de la
red telefónica policial que presta “invaluable servicio”.
El informe realiza un análisis de la
situación carcelaria de la Jefatura de Policía de Treinta y tres, sus
estadísticas y actualidad. Comienza señalando que “La pobreza, la falta de
trabajo y otras causas forzosas podrían hacer más frecuentes los robos y el
abigeato por campaña, pero no ha sucedido así, puesto que apenas en los seis
meses tan solo han sido aprehendidos por robo 8 individuos y por abigeato 21”.
En la misma relación, a esas causas y al
incesante aumento de la clase proletaria, no puede ser más reducido el
movimiento de presos en el semestre referido, que es el siguiente:
En el mes de julio, ingresaron a la
cárcel departamental 5 presos, y salió solo uno; En agosto, también ingresaron
5, y se retiraron 6; en Setiembre entraron 13 delincuentes y salieron 8, en
octubre hubieron 16 ingresos al tiempo que 18 fueron liberados, en noviembre y
diciembre entraron 13 y 11 respectivamente, mientras que en los dos meses
salieron 9 personas. En total, en el semestre, fueron a parar a la cárcel 63
individuos”.
En lo que tiene que ver con las causas
por las cuales fueron remitidos esas personas, el informe detalla, según su
importancia numérica, lo siguiente:
Por
Abigeato............................................. 21
Por
Heridas............................................... 10
Por
Robo..................................................... 8
Por
Pelea .................................................... 6
Por
Homicidio............................................. 2
Por
Escándalo............................................. 2
Por
Estafa................................................... 2
Por
Deserción ............................................. 1
Por
Incendio............................................... 1
Por
Sodomía............................................... 1
Por
Orden Judicial (otras causas)................ 9
“La existencia de presos en la Cárcel de
esta Gefatura al 31 de diciembre último”, como reza el mencionado informe, era
de 24 personas, por las siguientes causas:
Abigeato....................................................... 8
Heridas.......................................................... 3
Robo............................................................. 6
Orden
Judicial............................................... 4
Homicidio..................................................... 1
Incendio........................................................ 1
Complicidad
de homicidio........................... 1
En otro de sus apartados, el informe
firmado por el Jefe Político sostiene que “en los seis meses de que trato, la
Policía ha intervenido desde el primer momento en los hechos que a continuación
expongo, practicando las diligencias correspondientes y requiriendo la
presencia de la autoridad judicial respectiva, sin demora alguna, para que
adoptara las medidas de su competencia.
En referencia a heridas, suicidios,
incendios, etc.
1º Sección Urbana:
El 14 de agosto prendióse fuego en las
ropas la menor Nicasia Silva, recibiendo fuertes quemaduras que le produjeron
la muerte, a pesar de que fue atendida con tiempo.
El 29 de setiembre intentó suicidarse el
individuo Froilán Fleitas, infiriéndose una puñalada que resultó ser leve.
1º Sección Rural
El 29 de diciembre cayó una chispa
eléctrica en la casa del vecino Balbino Techera, falleciendo la esposa de dicho
señor, en el acto.
2ª Sección
El 1º de octubre fue encontrada ahorcada
en el monte de Corrales la joven Flora Aguilera, de 19 años de edad, perteneciente
a una familia de allí. Se evidenció que se trataba de un suicidio, ignorándose
las causas que la impulsaron a tomar tan fatal resolución. Anteriormente la
misma joven había intentado suicidarse descerrajándose un tiro de revólver, sin
herirse.
El día 12 del mismo mes, murió
repentinamente el individuo Carlos Casales en la estancia de Don Santiago
Villamil.
4º Seccion
En el mes de octubre fue incendiada la
casa de Don Domingo Urtubey por la mujer Manuela Rodríguez, la que desde
entonces está detenida en la cárcel de esta Gefatura a disposición del Juez
competente.
5ª Sección
El 16 de noviembre se hirió de un balazo
el subteniente Don Diógenes García. El hecho fue casual.
El 24 de diciembre se suicidó en casa de
Don Manuel Lagos, la mujer María Fuentes, que fue encontrada ahorcada en el
monte de Avestruz Chico.
6ª Sección
El 22 de julio falleció repentinamente Feliciano
Silva en la estancia de Miguel Revoledo.
El 29 de setiembre fue herido el
individuo Pablo Pereira por el Guarda Civil Pantaleón Andrada. Habiéndo sido
prendido Pereira por abigeato y encontrándose bajo custodia de Andrada,
emprendió la fuga a caballo. Repetidas veces el Guardia Civil lo intimó a que
se detuviera y como el prófugo no obedeciera, vióse obligado a hacerle fuego.
El proyectil hirió a Pereira en el hombro derecho. Fue conducido a esta
Jefatura y asistido en forma, pasándose los antecedentes al Juzgado Letrado
Departamental.
El 17 de octubre fue herido de una
puñalada en la pierna izquierda el menor
María Silva por Severo Llamas. Ocurrió el hecho en la casa de Don Juan José
Alvariza. El heridor está detenido aquí.
El 2 de diciembre se trabaron en pelea en
la casa de Don Ramón Hernández los individuos Enrique Roci y Vicario González y
resultaron ambos heridos. Se encuentran los dos alojados en la cárcel de esta
Gefatura.
El 29 de diciembre en la casa de comercio
de Don Ambrosio De Castro se hirieron los vecinos Don Pedro Subirón y Don
Anacleto Moreira, por habérsele disparado casualmente a este último una
pistola. Las heridas fueron leves.
7º Sección
El 13 de setiembre suicidóse Casimiro
Rodríguez, peón de la casa de Don Emiliano Eguren en Cebollatí. Rodríguez
apareció ahorcado en una enramada.
El 26 de octubre fue herido Don Leandro
Obaldía (hijo), según sospechas por Gerónimo Carbajal, capataz de la estancia
de Don Manuel Ibarra en cuyo lugar ocurrió este suceso. Las heridas fueron
leves.
El 29 de diciembre tomó una disolución de
fósforos Doña Ramona Gómez de Guzmán, falleciendo a los pocos días. No se
conocen las causas que motivaron en ella esa desesperante resolución.
En lo que tiene que ver con homicidios
1ª Sección Urbana
El 1º de setiembre se trabaron en reyerta
los individuos Pedro Grossi y Sixto Télis, dándole éste al primero un golpe en
la cabeza con el mango de un arreador. Poco después falleció Grossi,
constatándose por la autopsia que hizo el Sr. Médico de Policía que la muerte
le fue producida por el golpe referido. El heridor ha sido ya remitido a la
Capital, por orden del Juzgado Letrado Departamental.
4ª Sección
En el mes de julio los vecinos Juan
Quintana y Pedro Guzmán, después de acalorada disputa, pasaron a las vías de
hechos haciendo uso de armas y siendo gravemente herido Quintana, el cual
falleció algunos días después en esta Villa. Por disposición del Juzgado Letrado
Departamental, el heridor fue enviado a la Capital.
6ª Sección
El 25 de setiembre en la Escuela Rural Nº
21 sita en esa sección, fue muerto de un balazo en el cráneo el director de
dicha escuela, ciudadano Raimundo Escobal. Dos Guardia Civiles de la Policía
seccional que se encontraban cerca de allí y que acudieron en el momento de
sentir la detonación, llegaron a la pieza que servía de cocina y en ella
encontraron a Escobal en el suelo próximo a espirar, y a su lado estaba el
individuo Silvestre Nalerio, quien vivía en la misma casa como peón de Escobal
y de Don Francisco Gadea, propietario de la finca. Interrogado Nalerio en el
acto manifestó que a él se le había caído de la cintura una pistola y que el
proyectil hirió a Escobal por haberse este inclinado en el momento que el arma
hacía fuego. Los Guardia Civiles buscaron enseguida la pistola encontrándola en
una pila de leña en donde el mismo Nalerio la escondiera. En seguida,
aprehendieron a Nalerio, a la mujer Angela Nalerio, concubina de él y al menor
Juan Migues, únicas personas que había en la casa. En las declaraciones
prestadas, Nalerio ha persistido en manifestar, aunque siempre incurriendo en
contradicciones, que el hecho fue casual; pero evidencian que la muerte ha sido
intencional, aparte de muchas circunstancias graves y fehacientes, los que
siguen:
1º-
Que la mujer Angela Nalerio y el menor Juan Migues dicen que lo encontraron a
Nalerio con la pistola en una mano en el acto de sentirse el tiro
2º-
Que de la autopsia verificada por el Sr. Médico de la Policía Doctor Cacheriro,
acompañado del Dr. Steinfeld, resultó comprobado que la herida dada la
dirección del proyectil no pudo ser producida por ningún incidente casual.
Además, se deben tener en cuenta los
malos antecedentes de Nalerio, el cual figuraba con el nombre supuesto de Juan
Dávila por delitos que ha cometido en otro tiempo, y que entre él y Escobal
hubo una fuerte disputa el día del crimen.
Este suceso preocupó profundamente la
atención general porque Escobal, joven educacionista de antecedentes muy
meritorios por sus largos servicios a la instrucción pública, era muy conocido
y estimado en el Departamento. No se le conocían enemigos, y nunca estuvo
mezclado su nombre en ningún incidente enojoso.
El criminal Nalerio ha sido remitido a la
Capital pues a pesar de la actividad desplegada, como siempre, por las
autoridades judiciales respectivas, la causa sigue en tramitación.
7ª Sección
El 7 de setiembre, en la Picada de
Techera (Cebollatí), fue muerto de un balazo por el individuo José María
Alvarez, el vecino Don Benjamín Martínez, persona muy apreciada en aquel lugar.
El heridor huyó en el acto, pasando al Departamento de Rocha y aunque los
policías de aquí, en combinación con los de allá, le persiguieron activamente,
no fue dado capturarlo. Facilitó su fuga que el lugar donde ocurrió esta
muerte, se halla en el límite de ambos departamentos.
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