miércoles, 20 de septiembre de 2017

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Ante un nuevo aniversario de nuestro departamento

                                                                Un día como hoy, 20 de setiembre, pero hace 133 años, en 1884, el entonces Presidente de la República General Máximo Santos, cumpliendo una perseguida aspiración de lugareños encabezados por Lucas Urrutia, firmó el decreto de creación del Departamento de Treinta y Tres, tomando tierras de los vecinos departamentos de Lavalleja (entonces Minas) y Cerro Largo, y designando a nuestra ciudad como su capital.

                                                               En el artículo primero del mencionado decreto, se establecen los límites departamentales: AL NORTE el Arroyo Parao desde sus nacientes hasta el límite exterior del llamado “rincón de Ramírez”; desde dicho límite hasta el Río Tacuarí; este río aguas abajo hasta su desembocadura en la Laguna Merín.
Presidente Máximo Santos
                            AL ESTE. La ribera de la Laguna Merín desde la barra del Tacuarí hasta la barra del río Cebollatí, y siguiendo el curso de este río aguas arriba hasta la barra del Arroyo Corrales.
                           AL SUR: el Arroyo Corrales desde su barra con el río Cebollatí hasta sus nacientes, un rumbo desde dichas nacientes hasta la barra del Arroyo Averías en el río Olimar Chico, y desde dicha barra de Averías, siguiendo el mismo Olimar Chico hasta sus nacientes en la Cuchilla Grande.
                           AL OESTE: la Cuchilla Grande en toda su extensión desde las nacientes del Olimar Chico hasta las nacientes del Arroyo Parao.

                                                              En el artículo segundo, establece una contribución especial de los pobladores del nuevo departamento por el espacio de 3 años para solventar los gastos de instalación, y el tercero establece la obligatoriedad del nuevo departamento de contar en las elecciones con dos Representantes Nacionales y sus respectivos suplentes.
                                                                Al tiempo de la fundación, según el libro del Presupuesto Nacional para ese período que se conserva en el acervo de la Jefatura de Policía de Treinta y Tres  y al que tuvimos acceso gracias a los buenos oficios y el esfuerzo mancomunado en la búsqueda de material del comando y personal encabezado por el Jefe de Policía Inspector Víctor Sánchez, el departamento contaba con un personal público, que entre jefes y subordinados superaba los dos centenares de personas.

                                                                Según el mencionado libro, en el ámbito policial, era donde revistaban la mayoría, según el siguiente detalle:
                                 Un Jefe Político y de Policía –que lo fue el Coronel Manuel M. Rodríguez-, un Oficial 1º, un Oficial 2º, un Comisario de órdenes e Inspector de Policía, un Auxiliar, un Alcaide Escribiente, un Médico de Policía y un Portero, en Jefatura, totalizando 8 plazas.
                                  En lo que tiene que ver con el personal de las seccionales, se establece que existían dos Sub Delegados, seis Comisarios de seccional, un Comisario Volante, tres Escribientes, nueve Vigilantes de 1º, once Vigilantes de 2º y noventa y cinco guardiaciviles, o se que en total se empleaban 127 personas.
                                                               En el área administrativa del departamento, la recientemente creada “Junta Económica Administrativa”, (de carácter honorario presidida por Pedro Aguiar),  heredó los cargos rentados de la anterior Comisión Auxiliar que le rendía cuentas a Melo, a saber: un secretario, un escribiente, un Inspector de Salubridad, un portero, un jardinero, y un sepulturero.
                                                                En lo que tiene que ver con la Educación Pública, cuyo Inspector Departamental fue Saturnino Roldán, el Presupuesto de Gastos indica los siguientes cargos, además del nombrado Roldán: un Secretario/Tesorero, un maestro de 2º grado, una maestra de 2º grado, un ayudante para la escuela de varones y una ayudante para la escuela de niñas, en lo que tiene que ver con la capital, mientras que en el área rural, se crean seis cargos de escuelas rurales, entre ellas para las ya establecidas en Isla Patrulla, Yerbalito y Cuchilla de Dionisio , y cuatro cargos apartes para “maestros de frontera”
                                                              Por último, en el plano impositivo, se nombra un Administrador de Rentas – que fue el Capitán Alejandro G. González-, a quien acompañarían tres auxiliares.


                                                              Por su parte, en el plano del Poder Judicial a pesar de que como poder aparte no figura en ese entonces el Presupuesto de Gastos del Estado, cabe recordar que
 el Juez Letrado era el Dr. Pedro Garzón, actuando en la actuaría el escribano Indalecio Rodríguez y Rocha.

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