Urrutia
gestiona la llegada de labradores italianos en 1870
Intento de captación de inmigrantes para T. y Tres
genera primera narración histórica local
Una detallada reseña
de Treinta y Tres imposible de publicar en su totalidad por su extensión, fue
escrita en el año 1870 por Lucas Urrutia, destinada a la Oficina de Inmigración
de nuestro país, recientemente creada, con el fin de promocionar la llegada de
algunos de los inmigrantes europeos que por la época caían en aluvión en nuestro
país, y que en su mayoría, por desconocimiento o falta de recursos, quedaban en
la capital del país y sus alrededores.
En su parte
medular, la misiva y sus anexos publicados en un libro de la mencionada oficina
de la época, que constituyen casi sin lugar a dudas la primera historia escrita
de nuestra ciudad, dicen lo siguiente:
"Situada la
población sobre la cúspide de una cuchilla que dista de 10 a 12 cuadras de la confluencia del
Yerbal en el Olimar, departamento de Cerro Largo, circundada de lagunas de agua
cristalina permanente y de condiciones higiénicas inmejorables; a diez leguas
de un puerto de embarque y desembarque en el Cebollatí, afluente de la Laguna
Merín, navegable al Imperio de Brasil; puede formarse ya una idea de nuestra
pintoresca y comercial situación topográfica.
Bajo un clima
esencialmente templado y benéfico, y con tierras que nada dejan que desear al
labrador más exigente; con leña abundante que se dá gratuitamente para
combustible y aún para construcción de casas inmediato a la población, cuyas
comodidades no se encuentran en otros departamentos ni están al alcance de las
clases menesterosas, hace que este pueblo ofrezca grandes recursos para la
primera instalación de las familias que vengan, máxime cuando solo dista de la
capital dos días escasos de viaje en diligencia.
No exagero. La
prueba más acabada de la veracidad de mis asertos, es que la primera casa que
se construyó aquí fue el año 1857, y con doce años solamente de existencia
tiene una población de 1.500 habitantes, la mayoría españoles, que residen en
casas de azotea y de material con teja; ascienden estos edificios en los
solares que se componen de 25 varas de frente por 50 de fondo, al considerable
número de 92, sentado por principio que solamente tiene este pueblo doce años
de existencia y el país ha pasado por las crisis que todos conocemos.
Este pueblo ha
sido fundado por una Sociedad Anónima, y por consiguiente era propiedad
particular su territorio que hoy ha pasado a poder de particulares, con
excepción de algunos solares que aún hay en venta. La legua cuadrada que le
asignó la ley de marzo de 1853, está dividida en solares y chacras por el
agrimensor D. Máximo Amorín y Brun, amojonado el terreno y bajo un plano, el
más explícito que dar se puede. Tiene 121 manzanas de una cuadra cuadrada,
divididas por calles rectas de 20 varas de ancho. Cada calle tiene el nombre de
uno de los 33 orientales que nos libertaron de la explotación extranjera (…)
Los solares de 25 varas de frente por 50 de fondo valen 12 ½ $, con la escritura
por cuenta del comprador; las chacras están todas vendidas por la Sociedad
Fundadora, pero hay una persona aquí que es propietaria de cincuenta, que las
tiene para proporcionarlas a gente laboriosa, y que las ofrece por ahora bajo las mismas condiciones que en Cerro Largo y otros departamentos,
esto es, cada chacra de 20 cuadras amojonada por 30$, á condición que se
establezcan y trabajen inmediatamente".
La producción
A las familias
labradoras que no tengan recursos para establecerse, se les proporciona
habitación, alimento y útiles para labranza durante el primer año, a condición
que reembolsen estos gastos de sus propias cosechas, proporcionalmente a sus
productos. La escasez de brazos puede juzgarse cual es aquí, cuando todavía
pagamos una libra de papas 1 real o 12 céntimos, el maíz de 5 á 6, y en
relación todo lo demás y no siempre se consigue comprar. La fertilidad de las
tierras está debidamente demostrada con solo decirle que el año pasado, un
sembrador de trigo recogió a razón de diez y ocho por una, y el presente cree
que pase de 20.
Se tocan
grandes dificultades para moler el trigo o maíz, por no haber sino una athona,
lo que dará motivo a que algunos trigos haya que conducirlos a la villa de
Melo, capital del Departamento, donde hay buenos molinos. El consumo de harinas
de toda la jurisdicción está computado por el comercio de ésta en 25.000 $
anuales. Esto, agregado a la proximidad de los consumidores de Brasil, hace que
los cereales tengan aquí un precio bien sostenido, y demanda para la
exportación. Hoy mismo se ha presentado comprador de maíz para conducirlo a
Brasil con grande empeño, pero probablemente no encontrará porque la
producción, por ahora, no llena ni las necesidades locales, y tan es así que
cuantas carradas llegan de las inmediaciones de la capital, se disputan la
compra entre comercio y vecinos.
No solamente
para la labranza se siente la escasez de brazos. En los establecimientos de
ganadería, para los servicios de a pié, en los hornos de teja y ladrillo,
peones de mano, etc., adolecemos de igual falta. Un sastre, un barbero, un
platero y otros diversos artesanos, estoy seguro que no se arrepentirían su se
estableciesen aquí.
Administración y Servicios
El templo, de
40 varas de largo por 9 ½ de ancho, con dos capillas laterales de 12 varas de
largo cada una y dos sacristías, ha de quedar pronto para el servicio
eclesiástico antes de mediados de este año, y será por su elegancia, dimensión
y costo, el más valioso de todo el departamento. El cementerio, por la
regularidad de su arquitectura y dimensión, nada deja que desear, aunque fuera
para las necesidades de una ciudad. En el mismo caso están la Oficina de
Policía con su correspondiente cárcel, las escuelas para ambos sexos y las
habitaciones para las autoridades locales, que todas pertenecen al Municipio.
Una sólida
balsa para transporte de ganados, toda clase de rodados y personas, hace el
servicio del Paso del Olimar, y otra de menor costo el del Paso del Yerbal.
El servicio de
correos y diligencias corresponde a Mensajerías Orientales, formando parte de
la línea denominada “de Artigas por Treinta y Tres”, y que en su trayectoria
tiene parada o posta en los siguientes puntos: arranca en Toledo, pasando por
Piedritas, Sauce, arroyo Pando, Piedra Sola, Pedernal, Puntas de Bejiga, paso
de Rondán en Santa Lucía, Soldado, Puntas de Casupá, Espuelita, Polanco, Arroyo
Malo, Cebollatí, Piranga, Gutiérrez, Corrales, Treinta y Tres pueblo, Ceibos,
Porongos, Bauzá, Arroyo del loro, Corrales, Parado, Rincón de Ramírez, Tacuarí,
Cañada de Santos, Cañada Grande, Artigas pueblo.
Una calera, a
una legua de la población, abastece de cal bastante buena a todas las
necesidades de aquí; la piedra se conduce de tres leguas de distancia. A
distancia de tres á cuatro leguas, tenemos una piedra que la naturaleza misma
ha preparado para el servicio de pisos de almacenes, patios y veredas,
cortándose fácilmente del tamaño que se quiera, hasta cuatro varas.
A las escuelas
de ambos sexos asisten diariamente, por término medio, 110 alumnos, aunque en
matrícula hay 157. Es sensible que los preceptores, (Pedro A. López y Diamela
E. García) no sean pagados con más puntualidad.
En el año de
1869, se registraron en las actas parroquiales, 45 matrimonios, 40
fallecimientos y 449 bautismos.
La Villa está
erigida en Curato y en Alcaldía Ordinaria; tiene su Administración de Sellos y
Patentes.
El Comercio
Con respecto
al comercio existente en la villa, un anexo resume que existen en total 43
establecimientos, contando almacenes, tiendas y pulperías, carpinterías,
herrerías, caleras, fondas, billares, atahona, confitería, curtiembre, hornos
de ladrillo y platería, y detalla:
1 Almacén por mayor: Juan H. Pasos
1 Idem por menor: Palacios
12 Tiendas
y pulperías por menor: Sebastián Arismendis, Claudio Palacios, Anselmo
Basaldúa,Francisco Hoz, Dionisio Vaco, José Antonio Oliveres, Joaquín Lapido,
Angel Quintela, Juan Hontou, Prudencio Salvarrey, Hoz y Pérez, Manuel Ramos
9 Pulperías
en la campaña en la sección de Treinta y Tres: Florencio Helguera (situada en
el Oro), Juan M. Sarrar, Heraclio Fernández , Feliciano Paez y cia. , Julián
Llano (todos en Yerbal); Romualdo Rounos (debe ser Ramos), Gerónimo Falcón y
José Alcarraz (los tres en Corrales) y José Arrizabalaga en Avestruz (total 9)
4 Carpinterías:
Zabalegui y Martirena, Hermenegildo Goyoaga, Francisco Arroyo, Martín Palacios
3 Herrerías: Manuel Arbenois, Pelegrín Oliveres, Dionisio
Arano
2 Caleras: José Rodríguez y N.N. situadas en los Yerbales
2 Fondas: Joaquín Zabalegui, Ignacio López
2 Billares: Fernandez y cia., Abelardo Olivera y cia.
1 Atahona: Luis Rivas
1 Confitería: José Sarrote
4 Hornos
de ladrillo: José B. Martirena, Gregorio Machaín, Francisco Mespolet, José
Artola
1 Platería: José Monegal
La propuesta
En la misma
publicación mencionada, se da a conocer una propuesta de Urrutia dirigida a un
agente de inmigración que procuraba la instalación de una colonia agrícola
italiana en nuestro medio, Juan Galerio.
En la
propuesta, Urrutia se compromete a “dar por espacio de cinco años sin retribución
pecuniaria de ninguna especie, mil cuadras de campo a una legua de distancia a
lo más del centro de esta Villa, dividido en chacras de 20 cuadras cada una,
con las correspondientes cuadras de 20 varas de ancho. Además me obligo también
a proporcionarle la carne necesaria para toda la gente que se ocupe en cultivar
dicho campo por espacio de un año, cuyo monto deberá abonarme con el producto
de las primeras cosechas que se recojan.
Es obligación
de la gente que Ud. ocupe tener cuidado de las arboledas que ellos planten y
alguno que yo haga plantar. Terminados los cinco años, el terreno retrovertirá
a mi poder con todas las mejoras que en él se hayan hecho, obligándome a
preferir al que lo esté poseyendo en igualdad de casos, ya de venta o de
locación.
Urrutia también ofrece en préstamo los bueyes y vacas lecheras que se precise para los trabajos, y explica que “me reservo el derecho de fiscalizar los trabajos que se hagan y el cuidado que se observa en los plantíos de árboles y en caso de no cuidarlos debidamente a recabar la posesión del terreno con todas las mejoras que tenga, o indemnizarme del perjuicio que se me reporte”.
Urrutia también ofrece en préstamo los bueyes y vacas lecheras que se precise para los trabajos, y explica que “me reservo el derecho de fiscalizar los trabajos que se hagan y el cuidado que se observa en los plantíos de árboles y en caso de no cuidarlos debidamente a recabar la posesión del terreno con todas las mejoras que tenga, o indemnizarme del perjuicio que se me reporte”.
Galerio, según
la publicación de inmigración, hace contratos con familias inmigrantes bajo la
base de costearles los gastos de instalación (transporte, construcción de
vivienda, útiles de labranzas, semillas, etc.), costos reembolsables con las
primeras cosechas, siendo luego el remanente dividido en dos partes iguales,
una para la familia labradora y otra para el Sr. Galerio, por hasta el plazo de
5 años.
Tema para una
nueva entrega será investigar si la oferta se concretó, y si fue ese quizá el
motivo de la radicación en nuestro medio de una vasta colonia italiana, cuyos
descendientes transitan aún hoy nuestras calles, como los Decrecencio,
Dalessandro, Defeminis, Gambardella, Malzone, Ferrari, Lorenzo, Castiglioni,
Lagreca, Pisani, Bulgarelli e inclusive los propios Perinetti, etc.